Odd Flechas y Hjálmarr |
Las más antiguas conocidas son las sagas de los reyes (konungasögur), recopiladas en la Heimskringla de Snorri Sturluson (siglos XII y XIII), donde recoge el pasado glorioso y legendario de los reyes noruegos.
En cuanto a las sagas de los tiempos antiguos (fornaldarsögur), se caracterizan por narrar hechos acaecidos en los primeros momentos de la historia de los pueblos escandinavos. Este periodo es díficil de fechar, pero podemos intuir que se encuentran enmarcadas entre las primeras migraciones de los pueblos germánicos (siglos V y VI) y el inicio de la colonización de Islandia (siglo IX). Estas sagas ya eran conocidas por transmisión oral en el siglo XII, sin embargo, datar el momento en el que fueron transcritas resulta más complejo.
En su obra Literaturas germánicas medievales (1966), Jorge Luis Borges se refiere a estas sagas de la siguiente manera:
"...su valor histórico es nulo; buscan la fantasía y la acumulación romántica de aventuras. Un rey de Noruega confesó que tales sagas embusteras le parecían las más divertidas."
Odín |
Por otra parte, todas comparten una serie de características comunes. Los protagonistas no son originarios de Islandia, ya que sus peripecias están enmarcadas temporalmente en un periodo anterior a la colonización de la isla. Suelen ser noruegos, aristócratas o próximos a familias nobiliarias. También podemos ver como los personajes mantienen relaciones de parentesco y muchos protagonizan su propia saga. Es el caso de Odd Flechas, Ketil Trucha, Án el Arquero o Grím Mejillas Peludas, todos pertenecientes a un mismo linaje y cada uno protagonista de una saga, llamadas conjuntamente las sagas de los hombres de Hrafnista.
Otra pauta frecuente en las sagas es la aparición de seres fantásticos que se enfrentan a nuestros héroes, como trolls, gigantes, dragones, etc. Para vencerlos, recurrirán a armas con poderes mágicos. Así, en la saga de Odd Flechas, nuestro héroe, Odd, usará unas flechas mágicas para vencer a sus enemigos, y sus vestimentas le protegerán contra todas aquellas armas fabricadas en hierro. A menudo, los héroes también recibirán ayuda de los dioses para llevar a cabo su misión. Sin embargo, un claro ejemplo de lo opuesto sería la saga de Hrolf Kraki. Éste despreciará la valiosa ayuda de Odín, por lo que irá desprendiéndose de sus virtudes caballerescas, cayendo en una espiral de destrucción hasta su fatal desenlace.
Por último, la razón por la que fueron escritas las sagas arcaicas radica en la glorificación y el fortalecimiento del prestigio nobiliario. Al mitificar las hazañas de los reyes antiguos, los aristócratas islandeses de los siglos XII y XIII se hacían distinguir, introducían el modelo caballeresco en Islandia y justificaban así su poder, pues se autoproclamaban los herederos de estos legendarios personajes, originándose una literatura conocida como Materia del Norte, con el mismo propósito y a la manera de la de Bretaña, centrada en el mito artúrico y a la de Francia, en torno a la figura de Carlomagno y el caballero Roldán.
Fuentes:
Borges, Jorge Luis y Vázquez, María Esther. Literaturas germánicas medievales. Alianza Editorial, 2000.
García Dual, Carlos (dir.). Sagas islandesas. Saga de Odd Flechas. Saga de Hrolf Kraki. Ed. Gredos, 2003.
No hay comentarios:
Publicar un comentario