Uno de los mayores tesoros y que despierta más pasiones del mundo submarino es el de los pecios, barcos hundidos que permanecen a la espera durante años, e incluso siglos, para que los buceadores, en su afán por la aventura y sumergirse en lo desconocido, puedan sentir el privilegio de contemplarlos y tocarlos.
Posiblemente el buque británico SS Thistlegorm, ubicado en el Mar Rojo a tres horas en barco desde Sharm El Sheik (Egipto), sea el pecio más espectacular y visitado del mundo. Su fácil acceso (apenas a diez metros de profundidad está el puente de mando y a 31 una locomotora que transportaba) y la cantidad de tesoros que alberga son los motivos de tanta popularidad.
Sin embargo, es su historia anterior y posterior al naufragio la que otorga ese halo de misterio y que a los curiosos despierta el deseo por zambullirse entre sus restos.
El Thistlegorm fue construido en el astillero de Joseph Thompson e hijos, botado en el puerto de Glasgow el 9 de abril de 1940 y su hundimiento se produjo al año siguiente, el 6 de octubre de 1941. Su función hasta el fatídico accidente fue la de servir de transporte mercante para la armada británica, llegando a cubrir diferentes travesías hacia la India y Sudamérica. En mayo de 1941 parte de Glasgow con una misión muy concreta: transportar un cargamento formado por munición, tanques, motocicletas BSA y Norton, dos locomotoras y baterías antiaéreas para la 8º división armada destinada en Tobruk (Libia). Dada la peligrosidad del Mediterráneo, atestado de acorazados y cruceros alemanes, la mejor opción era viajar al sur del Atlántico hasta doblar el cabo de Buena Esperanza y virar al norte hasta llegar al mar Rojo.
A pesar de la precaución de los altos mandos para preservar la carga del Thistlegorm, la madrugada del 6 de octubre, dos heinkels alemanes que partieron de la isla de Creta lograron darle caza en el mismo lugar donde hoy yace. De la tripulación británica, formada por 49 hombres, pudieron sobrevivir al ataque 40 gracias a la ayuda del crucero HMS Carlisle.
En la década de los cincuenta, el famoso investigador Jacques Cousteau a bordo del RV Calypso, descubrió su ubicación, tomó varios objetos como la campana del barco y la caja fuerte del capitán, y filmó el documental "El mundo del silencio". Para preservarlo de los expoliadores jamás dio sus coordenadas. En los años noventa, esta noble pero difícil tarea concluyó cuando unos buceadores deportivos descubrieron el barco. De esta manera, las coordenadas latitud 27º 42´00” N longitud 34º 05´00” E se hicieron famosas en toda la comunidad de submarinistas. A día de hoy, el pecio conserva todo su esplendor, pudiéndose apreciar los camarotes, baños, la cabina de mando y la preciada carga de motos, baterías, etc. y después de 70 años, misterios por descifrar aún le rodean. ¿Cómo logró Cousteau ocultarlo durante casi 40 años? ¿Qué sucedió con una carga en lingotes de oro que supuestamente albergaba en una de las bodegas ? Buceen en internet y quizás hallen respuestas en lo profundo de la red.
Os dejo unas fotos la mar (jojo) de interesantes tomadas prestadas de la página http://www.pbase.com/alank/thistlegorm
Otras páginas webs:
planetamarinoblog.wordpress.combajoelagua.com
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